Dónde (Conchita)

Mis reflexiones hoy son para la familia de Marta del Castillo Casanueva, la chica de 17 años desaparecida el sábado aquí en Sevilla.

Obviamente, dos son las posibilidades: que se haya ido por voluntad propia [no entendiendo su manera de proceder, no el que lo haga] o que se la llevaran a la fuerza [no entendiendo en este caso la manera de proceder de este gobierno y de otros que hemos tenido].

De todos modos, como digo, y esperando claramente que la chica aparezca sana y salva, mis pensamientos están puestos en la familia, sobre todo en el abuelo.

No se me va de la mente la imagen de su abuelo llorando. Qué edad puede tener? 60? 70? Pienso en todo lo que le ha tocado vivir: un régimen franquista, hambre, trabajo, pocas opciones, sufrimiento, dolor, … tantas cosas ya sin haberlas merecido, sólo por nacer en una determinada época española. Y ahora, cuando ya lo tenía todo: una casa probablemente ya pagada, su esposa, su hijos, probablemente alguna pensión [de pena, pero una paga al fin y al cabo, que se la merecerá seguro], amigos, tiempo libre para tomarse su cerveza o su vinito junto a ellos, para charlar, para jugar al dominó tal vez, … hasta el pasado sábado. Negra noche en que le despierta la noticia de que una de sus nietas no aparece, que no está en casa, en su cuarto, en su cama, rodeada de sus muñecos aún. Probablemente preguntándose dónde se encuentra. Dónde está y porqué.

No lo entiendo. No entiendo que le toque sufrir, probablemente una vez más. Y sin conocerlo sé que no lo merece, que no merece pasar por eso. La vida debería tratar por igual a todos y cada uno de los que pasamos por ella. No debería hacer distinciones tan brutales entre unos y otros.

No tengo hijos pero tengo 4 sobrinos que para mí es lo mismo, y no quiero ni pensar lo que sería pasar por algo así.

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Creo que en algún post anterior lo habré dicho ya, pero es que no entiendo este país, ni esta vida.

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Dónde? Sólo por ese abuelo.

Conchita – Donde