MIRONES ...

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21/10/09

Diente Roto (Náspid Franzapán)

6ºEGB, porche 2º del colegio, un aciago día de lluvia, corriendo a clase de educación física con la mochila a la espalda, el paraguas y el babi en una mano y la ropa para deporte en la otra.

Corre! Corre! Que no llegas! ... y claro, me caí y me partí las dos paletas ... Aún hoy puede escucharse por los pasillos la carcajada que soltó mi hermana shica cuando se lo conté y le enseñé lo que quedaba de ellas ... Que si me dolió??? Pues no fue para tanto en comparación con lo que pasé después.

Una vez entré al gimnasio y conté lo que pasaba ... vinieron las variopintas figuras que debía adoptar con la cara pues (según los otros niños, seres malvados en mi modesta opinión) había cosas que no podía hacer bajo ningún concepto hasta que me viera un dentista [ZuZto], a saber: tragar saliva, respirar, darte con la lengua en lo roto ... [dios, pero qué crueles somos entre nosotros ...]; luego el bochorno que me hizo pasar mi hermana al reírse [ahora nos reímos juntas de aquello] y el tener que enseñarle a mi padre los dientes cuando vino a recogernos en el coche [maravillosos recuerdos de los días de lluvia en el colegio]; para, por último, el calvario de tener que ir por 1ª vez a un dentista [me echó 2 veces de la consulta por histérica y agresiva ... eso sí, mis padres me hicieron algún regalo a cambio de que fuese una 3ª vez y me portase como una niña modélica y dejase trabajar al señor dentista: 2 cuentos de la Media Lunita, 1 acuarela y 1 máquina de hacer pasteles con plastilina].

... y todo para que, unos meses después de arreglarme las dos paletas, uno de los empastes se me cayese al comerme un bocadillo de tulipán [rica merienda ...] y decidir entonces que me gustaba más aquel diente así y pasar a convertirse, cuando sonrío, en seña de identidad propia ...

Náspid Franzapán – Diente Roto

1/10/09

Premoniciones (Albert Guinovart, Marcelo Mercadante, Guillermo Prats, Olvido Lanza, Xavier Figuerola)

Lleva unos siete días viendo sombras al rededor.

Anoche soñó con fantasmas y se despertó sobresaltada.

Hoy ha pasado ante ella, lentamente, un solemne coche fúnebre.

Ella se mordió fuertemente el labio inferior para que no significase nada.

Albert Guinovart – Premoniciones