Siete Vidas (Antonio Flores)

Realmente hay personas que parecen que tienen siete vidas. Son capaces de conseguir salir a flote una y otra vez tras precipitarse por un acantilado en momentos de dura tormenta invernal. A veces salen sin necesidad de ayuda, pero otras precisan de un salvavidas que les ayude.

Salvavidas que se tiende porque se está convencido de que llegará un momento en que por fin no pasearán más por ese álgido acantilado.

Salvavidas, sin embargo, que no siempre se está dispuesto a aceptar. Pensando, equivocadamente tal vez debido a los golpes recibidos al caer hacia el abismo, que de nada sirve la ayuda si una vez en tierra no consiguen encontrar los zapatos adecuados que los anclen a la misma.

Anclaje que, a veces, no son capaces de ver que tienen. No consiguen ver la luz al final del pasillo. Quizás porque no haya que buscarla. Porque en las ocasiones en que no se puede ver a causa de la niebla existente, a veces es mejor cerrar los ojos y meditar. Pensar en todo lo conseguido hasta ahora (a pesar de lo perdido), regresar a la niñez para ser conscientes de todo lo luchado y de que, a pesar de todo, y por muchos motivos, valió la pena esta vida.

Vida que les ha tocado vivir. Vida de la que hay que exprimir al máximo todo lo bueno, y de la que hay que aprender a (sobre)vivir con todo lo malo, con todo lo que nos duele en lo más profundo del alma. Pero vida que no se puede desdeñar porque, entre otras cosas, sería una ofensa para los que siguen aquí. Para los que alguna vez ayudaron con una simple sonrisa o una mirada. Porque para estos son muy importantes.

Vida que a algunas personas, en los momentos más duros que nadie jamás haya podido llegar ni a imaginar, a veces les cuesta aceptar. Pero que otras no cesarán nunca de recordarles que, con todo, merece la pena y que conseguirán salir de nuevo a flote.

... Por eso, a ti M. sólo puedo insuflarte fuerzas para que sigas luchando y que consigas, una vez más, permanecer firme en tierra para continuar esta vida: tu vida, una de las muchas que ya llevas.

In Memorian Of J.D.

Antonio Flores – Siete Vidas

Dulce Memoria (Ismael Serrano)

Los años pasan y evolucionamos, pero hay cosas que no cambian: siempre existirá quien intente que el resto obedezca, sistemáticamente, absurdas directrices enfocadas a proyectar "un mundo mejor". Lo cual es del todo improbable, por más que se empeñen, si tenemos en cuenta que las personas disponen (salvo anomalía cromosómica o enajenación mental) de capacidad para razonar, si se quiere usar, claro está.

Absurdos dictados que suelen desembocar en guerras aún más absurdas. Guerras (o, como a algunos les gusta llamar, conflictos armados) que desencadenan bandos, odios, opresión, hambre, enfermedades, muertes,... Porque, lógicamente, quien se encuentre bajo un estado de opresión luchará por librarse de él. Aún sabiendo que será perseguido y, en su caso, vejado, torturado, violado y/o asesinado.

Todo esto queda reflejado en la llamada "memoria histórica". Memoria que los cronistas de cada época van escribiendo de los diversos conflictos habidos. Memoria que no siempre es reflejo de lo que distintas personas vivieron. Por eso, esta memoria histórica suele ser comparada con la llamada "memoria colectiva", la memoria de todos aquellos que coexistieron durante un determinado conflicto y, aún así, tuvieron distintas vivencias. Y si a esto le sumamos la "memoria selectiva" propia de cada uno ... pues nos queda una Historia que no es la que estudié en mi libro de "Ciencias Sociales" de la EGB, seguro! Con el trabajo que me costaba ...

Ismael Serrano – Dulce Memoria

Cantos De Sirena (Inma Serrano)

Again.

Extraña sensación para de nuevo ser "otra vez". Extraña y curiosa a la vez.

Pero no puedo con ella. Me puede. Duele. Y es lo único que me puede. Lo llevo mal. No soporto que algo me domine. Lucho cada día por evitarlo. Adoro (utópico?) la palabra Libertad y lo que ella conlleva. Y cuando hay algo que hace peligrar mi libertad me aparto.

"Mutis por el foro". Incontables son las veces ...

Digno de estudio tal vez. ¿Por qué volver a caer entonces? ¿Por qué pasar por lo mismo? Dichosa calle Melancolía. Máxime cuando ya pasé una vez y pude ver colgado el letrero de "callejón sin salida". Y aún así entré. Maldita curiosidad.

Entonces, ¿por qué regresé? ¿Olvidé algo la primera vez? Algo que hizo que hasta recordara cómo volver a llegar. Perhap ... Debí hacer el camino en estado de duermevela. Y para cuando consigo abrir los ojos ya estoy dentro de nuevo, en la misma calle sin salida. Again.

He de volver a salir. Debo desandar los pasos que di. Puede que esta vez consiga llegar al final y principio de toda esta aventura. Pero para eso he de recordar que no se deben escuchar los cantos de sirena.

Cuestión de dignidad.

Inma Serrano – Cantos De Sirena