En medio de la nada, a oscuras, y completamente a solas. Así se encontraba, y disponía de todos los segundos que iban pasando para pensar.
En alguna ocasión estuvo a punto de tirar la toalla creyendo que no conseguía avanzar entre las sombras, por querer hallar entre líneas algo que no existía.
Finalmente sus deseos fueron escuchados y del otro lado le llegó un poco de ayuda: una luz dorada y radiante le ofreció las piezas que andaba buscando.
... No le quedó más remedio que sonreír lacónicamente al darse cuenta de su error: nada se ocultaba tras las sombras; simplemente es sombra ...
Chavela Vargas – Sombras
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